lunes, 29 de noviembre de 2010

Candy



Érase una vez Candy y Dan. Todo era muy acalorado aquel año, la cera se derretía en los árboles, él se subía a los balcones…se subía a todo, hacía lo que fuera por ella, pobre Dany. Miles de pajarillos adornaban su cabello, todo era dorado. Una noche la cama ardió, el era guapo y un delincuente muy bueno. Vivíamos a base de sol y chocolate, la tarde era de un placer extravagante. Dan el intrépido. Candy se perdió. Los últimos rayos de sol del día cruzaban como tiburones, esta vez quiero probarlo a tu manera. Irrumpiste en mi vida y me gustó, nos revolcamos en el fango de nuestra felicidad, yo estaba empapada de rendición...entonces hubo una separación de las cosas y la tierra se quedó a oscuras. Jamás volveré a dormir.







Erase una vez Candy y Dan, solo estaban ellos dos todo era dorado.
El era guapo y un delincuente muy bueno
viviamos a base de sol y chocolate, el se subia a los balcones
se subia a todo, hacia lo que fuera por ella... pobre Dany.
Irrumpiste en mi vida y me gustó,
pero Dany lo dijiste, prometiste, apuntaste al cielo
esa se llama Sirio la estrella perro pero sólo aqui en la tierra.
Cuanto me gusta este zumbido en mis oidos de que sólo se puede amar una cosa y no puedes ser tu.
Dany el intrepido... Candy se perdió

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